ADDH, debido a su asociación con
efectos adversos severos a nivel hepático (insuficiencia hepática grave).
Farmacodinamia:
Las acciones farmacológicas de la
pemolina son cuantitativamente similares a aquellas de las anfetaminas y
metilfenidato e incluyen estimulación sobre el SNC, estimulación respiratoria y
débil actividad simpaticomimética. El mecanismo y el sitio de acción de la
pemolina en seres humanos no han sido determinados. Estudios realizados en
animales de experimentación sugieren que las acciones estimulantes sobre el SNC
pueden ser mediadas a través de mecanismos dopaminérgicos. En niños con
Trastorno por Déficit de Atención, la pemolina disminuye la hiperactividad
y prolonga el período de atención. No obstante, no se ha establecido el
mecanismo por el cual la pemolina produce efectos mentales y de comportamiento
en los niños.
Farmacocinética:
Absorción:
La pemolina es bien absorbida luego de la administración oral. Se administra
también con hidróxido de magnesio (Pemolina magnesio) para incrementar su
absorción. El pico terapéutico aparece entre las 2 a 4 horas y la duración de
la acción es de aproximadamente 8 horas.
Distribución: La droga se une
en un 50% a proteínas plasmáticas.
Metabolismo:
Estudios realizados en animales de
experimentación, a quienes se les administró pemolina radiomarcada, indican que
la droga se distribuye amplia y uniformemente a través de los tejidos,
incluyendo el cerebro.
La pemolina se
metaboliza en el hígado. Los metabolitos de pemolina incluyen pemolina
conjugada, pemolina diona, ácido mandélico y componentes polares no
identificados.
La vida media plasmática
de pemolina es aproximadamente de 12 horas.
Excreción:
La pemolina se excreta primariamente
por orina, en un 50% como droga inalterada y sólo fracciones menores presentes
como metabolitos.
El 75% de la droga
administrada en forma oral se excreta dentro de las 24 horas
Posología y Modo de Administración:
Vía de administración: oral. La
dosis debe ser individualizada de acuerdo a las necesidades y respuesta del
paciente.
Niños mayores de 6 años: 37.5 mg 1 vez al día, administrados como una dosis
única cada mañana. La dosis puede aumentarse en 18.75 mg al día, a intervalos
semanales, hasta obtener la respuesta clínica deseada, sin sobrepasar la dosis
máxima de 112.5 mg al día. La dosis efectiva generalmente oscila entre 56.25 -
75 mg al día. El efecto terapéutico máximo de la pemolina puede no ser evidente
hasta la tercera o cuarta semana de terapia, dado que la mejoría clínica es
gradual. Una vez que los síntomas son controlados, se debe considerar la
posibilidad de reducir la dosificación o interrumpir el tratamiento en los meses
de verano y en otras épocas en que el niño soporte menos estrés. El medicamento
se puede administrar en cada uno de los 5 días lectivos de la semana,
descansando del medicamento los fines de semana y los días de vacaciones
escolares. Cuando sea necesario interrumpir el medicamento después de un período
de administración prolongado y con dosis elevadas, la dosis se debe reducir
gradualmente, ya que la interrupción brusca puede dar lugar a síntomas de
abstinencia como fatiga extrema, depresión mental y conducta no habitual.
Efectos Adversos:
Sistema Nervioso Central:
Insomnio, movimientos diskinéticos, irritabilidad, fatiga, depresión moderada,
vértigo, dolor de cabeza, somnolencia, alucinaciones, convulsiones, síndrome de
Tourette, función oculomotor anormal.
Gastrointestinales: anorexia, dolor
abdominal, náuseas.
Hematológicos: anemia aplásica.
Hepático: aumento de los niveles de
las enzimas hepáticas, falla hepática.
Piel: rash
Advertencias:
Este medicamento no está
indicado en todos los casos de Trastorno por Déficit de Atención con
Hiperactividad y debería ser considerado sólo después de una evaluación completa
del niño. La decisión de prescribir pemolina dependerá de la evaluación médica
de la cronicidad y severidad de los síntomas del niño y de la edad de éste. La
prescripción no debería depender solamente de la presencia de uno o más
comportamientos o características. Se deben realizar pruebas de función hepática
en forma previa y periódicamente durante la terapia con pemolina. Este
medicamento debe ser discontinuado si se detectan anormalidades hepáticas. Han
habido informes de disfunción hepática que incluye elevación de las
transaminasas, hepatitis e ictericia. La ocurrencia de elevación de enzimas
hepáticas no es rara y estas reacciones son reversibles con la discontinuación
de la droga. La mayoría de los pacientes con enzimas hepáticas elevadas son
asintomáticos. Se han reportado casos de insuficiencia hepática que han
terminado en muerte o trasplante hepático. No se debe administrar a niños
menores de 6 años de edad, ya que la seguridad y la eficacia en este grupo de
edad no han sido establecidas. La administración crónica de pemolina podría
estar asociada con una disminución del crecimiento; por lo tanto, se recomienda
controlar el crecimiento durante el tratamiento a largo plazo con este
medicamento. No se recomienda su uso cuando los síntomas están asociados con
reacciones agudas de estrés. El uso prolongado de este medicamento puede
provocar dependencia psicológica o física.
Precauciones:
Embarazo y lactancia:
no se ha establecido la seguridad de uso durante el embarazo y lactancia, por lo
que se deberá evaluar si los potenciales beneficios sobre la madre superan los
potenciales riesgos sobre el feto o lactante.
Pacientes con historia de abuso o dependencia de drogas: la similitud
farmacológica de pemolina y otros psicoestimulantes sugiere que este medicamento
podría causar dependencia psicológica y/o física, por lo que se debe usar con
precaución en aquellos pacientes con un potencial mayor de abuso.
Pacientes con síndrome de Gilles de la Tourette u otros tics: el uso de
pemolina podría precipitar ataques.
Pacientes con psicosis: el uso de pemolina en niños psicóticos puede
exacerbar los síntomas de alteración conductual y trastornos del intelecto.
Pacientes con disfunción renal: la excreción de pemolina puede ser alterada.
Interacciones medicamentosas:
Anticonvulsivantes: la
pemolina puede disminuir el umbral convulsivo, por lo tanto, se debería
considerar un ajuste de la dosis del anticonvulsivante durante la terapia
conjunta.
Otros estimulantes del SNC: el uso concomitante puede provocar una
estimulación excesiva del SNC, causando irritabilidad, nerviosismo, insomnio y
posiblemente, convulsiones o arritmias cardíacas. Se recomienda una estrecha
vigilancia médica. Inhibidores de la monoamino oxidasa (MAO), incluyendo
furazolidona, procarbazina y selegilina: el uso concomitante de inhibidores
de la MAO con otros estimulantes del SNC puede desencadenar una crisis
hipertensiva e hiperpirética severa, arritmias cardíacas, convulsiones, coma,
dolor de cabeza, depresión respiratoria, colapso vascular, vómitos y muerte. Por
esta razón, no se recomienda el uso concomitante de pemolina con un inhibidor de
la MAO o el uso de pemolina dentro de los 14 días después de discontinuar un
inhibidor de la MAO.
Contraindicaciones:
Esta contraindicada
en pacientes con disfunción hepática e hipersensibilidad o idiosincrasia a la
droga.
Sobredosificación:
Los signos y síntomas de la sobredosis
aguda pueden incluir: agitación, confusión, euforia, taquicardia, alucinaciones,
dolor de cabeza intenso, fiebre alta con sudoración, hipertensión, midriasis,
temblor o contracción muscular, nerviosismo o inquietud, crisis convulsivas que
podrían ser seguidas por un coma, sudoración y vómitos. El tratamiento de la
sobredosis es sintomático y de mantención y es esencialmente el mismo que para
la sobredosis de cualquier otro estimulante del SNC. El tratamiento de la
sobredosis puede incluir lo siguiente: Disminución de la absorción:
inducción de emesis, lavado gástrico y/o administración de carbón y un
catártico. Tratamiento específico: en caso necesario, administración de
una benzodiazepina para controlar la estimulación excesiva del SNC y los efectos
simpaticomiméticos. Administración de pentolamina I.V. para controlar la
hipertensión. Monitoreo: vigilancia de la función cardiovascular y
respiratoria.
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