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Home > Psicofármacos > Hipnóticos > Zolpidem Acción Terapéutica: Indicaciones: Insomnio transitorio y de corto plazo. |
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Posología y forma de administración:
Zolpidem actúa rápidamente, por lo tanto, debe tomarse inmediatamente antes
de acostarse o en la cama misma. El zolpidem demostró poseer una rápida y buena absorción cuando se lo administró por vía oral a voluntarios sanos. Su biodisponibilidad absoluta es aproximadamente de 70% para dosis de 5 mg a 20 mg. Luego de los 45 minutos de su administración se encuentra 80% a 90% de las dosis en SNC; tiene además alta afinidad por los tejidos granulares y graso. La unión a proteínas plasmáticas es alta y la fracción libre es de alrededor de 8,1% en las personas sanas, de 11% en los pacientes con cirrosis hepática y de 15% en urémicos crónicos. La biotransformación del zolpidem sigue 4 vías principales y, como resultado final, se obtiene 10 metabolitos inactivos. 1) Oxidación del grupo fenilo, que da como resultado un ácido carboxílico denominado metabolito I (responsable de la metabolización de alrededor de 51,5% de la dosis). El metabolito resultante se elimina por la orina. 2) Oxidación del grupo imidazopiridínico con formación de otro ácido carboxílico, producto denominado metabolito II. Metaboliza el 11,5% de la dosis administrada. 3) Oxidación del grupo amida. Esta vía metabólica no fue hallada en seres humanos. 4) Hidroxilación del grupo imidazopiridínico, con el resultado del metabolito X, encontrado sólo en seres humanos. Metaboliza 10% de la dosis administrada. Luego de la administración de 8 mg por vía intravenosa la vida media de eliminación (v1/2) de zolpidem en voluntarios sanos es de aproximadamente 1 hora 40 minutos, (de 11/2 a 21/4 horas) el primer día y de 1 hora 50 minutos después de 15 días de la administración diaria de 20 mg por vía oral (3,27). Entre 79% y 96% de la dosis aparecen en forma de metabolitos inactivos en bilis, heces y orina; la eliminación renal es de 48% a 67% de la dosis oral dentro de las primeras 24 horas. Hay evidencia de efectos adversos dosis
relacionados con el uso de zolpidem, particularmente ciertos eventos del SNC;
éstos podrían en teoría ser menores si se toma el producto inmediatamente
antes de acostarse o ya en la cama. Ellos ocurren más frecuentemente en
pacientes ancianos. Somnolencia diurna, reducción de la alerta, confusión,
fatiga, cefalea, mareos, debilidad muscular, alteración de la marcha o
diplopía, reacciones paradójicas o de tipo psiquiátrico (ver Precauciones en
el empleo). Estos fenómenos ocurren predominantemente al inicio de la
terapia. Ocasionalmente se han informado otros efectos como:
alteraciones gastrointestinales, cambios en la libido, astenia, o reacciones
cutáneas. Amnesia: se puede presentar amnesia anterógrada usando
dosis terapéuticas, el riesgo aumenta a dosis más altas. Estos efectos
pueden ser asociados con una conducta inapropiada. Dependencia:
cuando zolpidem se usa de acuerdo con las dosis recomendadas, la duración
del tratamiento y las precauciones, el riesgo de que se presenten síntomas
relacionados a la suspensión o fenómenos de rebote es mínimo. Sin embargo,
en pacientes con antecedentes de abuso de alcohol o drogas, o desórdenes
psiquiátricos, que usan zolpidem fuera de las recomendaciones para el uso,
se ha observado tolerancia, o fenómenos de suspensión o rebote. La causa del insomnio deberá identificarse cada vez
que sea posible y tratarse los eventuales factores antes de prescribir un
hipnótico. Tolerancia: se puede desarrollar alguna pérdida de la
eficacia a los efectos hipnóticos después del uso repetido de
benzodiazepinas y similares durante varias semanas. No es conveniente
aumentar la dosis. Dependencia: el uso de agentes sedantes/hipnóticos
puede llevar al desarrollo de dependencia física y psicológica. El riesgo de
dependencia aumenta con la dosis, la duración del tratamiento y la
asociación con benzodiazepinas; es mayor también en pacientes con
antecedentes de abuso de alcohol o drogas. Estos pacientes deben ser
cuidadosamente vigilados cuando reciben hipnóticos. En caso de dependencia
física la suspensión abrupta del tratamiento puede ser acompañada por
síntomas de privación tales como: insomnio, cefalea, dolor muscular,
ansiedad, tensión, agitación, confusión e irritabilidad. En casos graves se
pueden presentar los siguientes síntomas: desconexión de la realidad,
despersonalización, hiperacusia, entumecimiento y hormigueo de las
extremidades, hipersensibilidad a la luz y a todo contacto físico,
alucinaciones y crisis convulsivas. Insomnio de rebote: la suspensión
de un tratamiento hipnótico puede llevar a un síndrome transitorio, en que
reaparece de manera exagerada el insomnio que motivó el tratamiento. Se
puede acompañar de otros síntomas como alteración del humor, ansiedad y
agitación. Este síndrome aparece principalmente con la suspensión abrupta de
un tratamiento prolongado a dosis superiores a las recomendadas. Es
conveniente reducir la dosis progresivamente e informar al paciente (ver
Posología). Amnesia: los agentes hipnóticos/sedantes pueden inducir
amnesia anterógrada. Esta condición se presenta más a menudo varias horas
después de la administración del producto, por lo tanto, para reducir el
riesgo de los pacientes se debe asegurar que ellos serán capaces de tener un
sueño ininterrumpido de 7-8 horas. Reacciones paradójicas y de tipo
psiquiátrico: durante el curso del tratamiento con benzodiazepinas y
similares pueden aparecer ciertas reacciones contrarias al efecto buscado, o
de tipo psiquiátrico, como: agravación del insomnio, pesadillas,
nerviosismo, irritabilidad, agitación, agresividad, accesos de cólera, ideas
delirantes, alucinaciones, comportamiento inapropiado y otros efectos
adversos de la conducta y sonambulismo. Si esto ocurre se debe suspender el
tratamiento. Es más factible que estas reacciones se presenten en los
ancianos. No recomendadas: ingesta concomitante con alcohol. El efecto sedante puede aumentarse cuando el producto se usa combinado con alcohol, esto afecta la capacidad para conducir o usar maquinarias. Para tener en consideración: combinación con depresores del SNC. Morfínicos (analgésicos, antitusivos y tratamientos de sustitución) y barbitúricos: mayor riesgo de depresión respiratoria, puede ser fatal en casos de sobredosis. Otros depresores, morfínicos, barbitúricos, antidepresivos sedantes, antihistamínicos H1 sedantes, ansiolíticos, neurolépticos, clonidina y similares: aumento del efecto depresor central con el uso concomitante, la alteración en la vigilancia puede ser peligrosa para la conducción de vehículos y maquinarias. Clozapina: aumento del riesgo de colapso con paro respiratorio y/o cardíaco. Pacientes con hipersensibilidad a zolpidem u otros componentes de la fórmula, insuficiencia respiratoria aguda y/o grave, insuficiencia hepática grave, miastenia, y en aquellos con síndrome de apnea del sueño. No se aconseja el uso de zolpidem en menores de 15 años, asociado con alcohol o durante el embarazo o la lactancia. La eventualidad de una poli-intoxicación se debe considerar siempre ya que puede agravar el pronóstico. Los signos de una sobredosis con zolpidem solo, se manifiestan principalmente por una alteración de la conciencia que puede ir desde la somnolencia a un coma ligero. Los individuos se han recuperado completamente con sobredosis en mono-intoxicación de hasta 400 mg. Los casos más graves se manifiestan con ataxia, hipotonía, hipotensión, depresión respiratoria, eventualmente coma, excepcionalmente la muerte. En sobredosis en que se asocia zolpidem con otros agentes depresores del SNC, incluyendo el alcohol, se ha señalado una sintomatología más grave de evolución a veces fatal. En casos de sobredosis es conveniente tomar las medidas habituales de precaución: acudir a un centro especializado, vigilancia de los parámetros cardio-respiratorios, perfusión de soluciones adecuadas si es necesario. En caso de una ingestión menor a 1 hora inducir el vómito si la persona está consciente, o en su defecto, un lavado gástrico con protección de las vías aéreas. Pasado ese período, la administración de carbón activado puede reducir la absorción. La administración de flumazenil puede ser útil para el diagnóstico y/o tratamiento de una sobredosis intencional o accidental con benzodiazepinas. Sin embargo, el antagonismo del flumazenil a los efectos del zolpidem puede favorecer la aparición de problemas neurológicos (convulsiones). Ante la eventualidad de una sobredosificación, concurrir al Hospital más cercano o comunicarse con los centros de Toxicología. |