Síndrome de Fatiga Crónica
(SFC) o
Encefalomielitis Miálgica (EM)
El síndrome de fatiga crónica es una
afección que produce cansancio o agotamiento (fatiga) importante y prolongado
, que no se alivia con el descanso y no está causado por una
enfermedad médica conocida. Para diagnosticar Síndrome de Fatiga
Crónica (SFC), el grado de cansancio debe ser lo suficientemente importante
como para disminuir en un 50% la capacidad de realizar las actividades
diarias y no debe existir ninguna enfermedad médica que explique la
fatiga. El SNC afecta al Sistema Nervioso Central y su
conexión con los Sistemas Neurovegetativo, Inmune y Neuroendocrino (Sistema
Psiconeuroinmunoendócrino).
Causas, incidencia y factores de
riesgo:
Se desconoce la causa precisa del
síndrome de fatiga crónica (SFC). Algunos investigadores consideran que
podría ser causado por un virus, como el virus de Epstein-Barr (VEB), el
Citomegalovirus o
el virus del Herpes humano tipo 6 (HHV-6). Sin embargo, hasta el
momento, no se ha
identificado ninguna causa específica de origen viral.
En estudios recientes se demostró que
el Síndrome de Fatiga Crónica podría ser causado por la inflamación de
vías en el sistema nervioso, y que esta inflamación podría ser una
especie de respuesta inmune o proceso autoinmune, de allí el nombre
utilizado por autores británico de Encefalomielitis Miálgica (EM). El SFC se puede presentar
cuando una enfermedad viral se complica a causa de una respuesta inmune
inadecuada o disfuncional. También es posible que influyan factores
como la edad, enfermedad previa, estrés, medio ambiente o predisposición
genética. El SFC se da con mayor frecuencia en mujeres de entre 30 y 50
años.
El Centro para el Control de
Enfermedades (CDC) de los EE.UU. describe al SFC como un trastorno con
características propias y síntomas y signos físicos específicos,
basándose en la exclusión de otras causas médica posibles. Se desconoce la
cantidad de pacientes afectados por este síndrome.
Síntomas:
-
Fatiga o cansancio, que nunca
había sido tan intenso en el pasado (inicio reciente) con una
duración de al menos seis meses y que no se alivia con el reposo
en cama.
-
Fatiga tan importante que
limita las actividades diarias (aparece fatiga importante al
realizar menos de la mitad del esfuerzo que se hacía antes de
desarrollar la enfermedad).
-
Fatiga que dura más de 24
horas después de realizar una actividad física que normalmente
sería tolerada fácilmente.
-
La fatiga empeora con la
actividad física y mental.
-
Debilidad muscular
generalizada con sensación de pesadez en brazos y piernas.
-
Falta de sensación de descanso
después de haber dormido suficiente tiempo.
-
Febrícula (temperatura menor a
los 38° Celcius).
-
Inflamación de ganglios
linfáticos (especialmente en el cuello o las axilas).
-
Dolores musculares (mialgias)
y articulares.
-
Dolor de garganta con
enrojecimiento de la misma.
-
Dolores de cabeza (cefaleas).
-
Presión Arterial baja
(Hipotensión).
-
Hipotensión ortostática (la
persona no puede mantenerse de pie por mucho tiempo, se siente
mejor acostada o sentada).
-
Irritabilidad psíquica.
-
Trastornos cognitivos
(dificultad para pensar con claridad, trastornos de la memoria,
de la concentración y de la atención).
-
Hipersensibilidad a los
estímulos externos (por ejemplo no tolerar sonidos muy fuertes o
luces muy intensas).
-
Trastornos del sueño,
especialmente insomnio.
-
Variación en la severidad con el
transcurso del tiempo, los síntomas pueden disminuir y luego
aumentar nuevamente.
Su médico debe considerar el diagnóstico de Síndrome de Fatiga Crónica si se cumplen los siguientes criterios:
1. Fatiga persistente de causa desconocida, que no sea secundaria a una enfermedad médica, que no se alivie completamente con el reposo y que ha producido una reduccción significativa en sus niveles de actividad y energía.
2. Presencia de cuatro o más de los síntomas mencionados anteriormente, además de la fatiga.
Caso Clínico
"Después de una etapa que me tocó vivir en mi vida de mucho
estrés comencé a sentirme cansada y a dormir mal. Me despertaba a la mañana
más cansada que antes de acostarme. El cansancio físico y mental oscilaba
con los días o los meses del año, pero especialmente con el nivel de gasto
energético que había tenido durante el día. Cuanto más energía física
utilizaba, más cansada me sentía. Era como si nunca pudiera recuperarme del
cansancio. Durmiera lo que durmiera el cansancio nunca desaparecía. A veces
era más intenso y otras veces menos intenso. Pero siempre, siempre estaba
presente. A esto tenía que sumarle dolores musculares, dolor de garganta y a
veces febrícula. Tenía serios problemas para dormir, cuanto peor dormía, más
cansada me sentía. Me hicieron todo tipo de análisis y no me encontraron
nada. Nadie sabía lo que tenía y yo me sentía como si tuviese un estado
gripal crónico, que nunca se iba."
Examen físico:
El examen físico puede confirmar la
presencia de fiebre, dolor con la palpación y edema de los ganglios
linfáticos y otros síntomas. Puede haber enrojecimiento de la garganta,
sin secreciones o pus.
Diagnóstico Diferencial:
El médico puede suponer un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica sólo después de descartar toda otra causa conocida posible de fatiga, como por ejemplo:
-
Infecciones crónica (virales, micóticas, bacterianas o parasitarias)
-
Trastornos autoinmunes o inmunológicos
-
Tumores
-
Enfermedades musculares o neurológicas (como esclerosis múltiple o miopatías)
-
Enfermedades endocrinas (como hipotiroidismo)
-
Enfermedades psiquiátricas o psicológicas, en especial depresión (ya que este síndrome podría estar asociado con depresión; el diagnóstico de depresión no excluye el SFC, pero se debe descartar que la fatiga esté relacionada solamente con la depresión para diagnosticar SFC). El insomnio crónico, el Trastorno de Ansiedad Generalizada y el Estrés Crónico producen tambien fatiga crónica.
-
Drogadependencia
-
Ciertos medicamento producen como efecto colateral fatiga
-
Otras enfermedades (como enfermedades cardíacas, renales o hepáticas)
No existen pruebas específicas de laboratorio para confirmar el diagnóstico de SFC, aunque por lo general se realizan varios estudios diferentes para excluir otras causas posibles de fatiga.
En los estudios se observan algunos hallazgos típicos que, si bien no son lo bastante específicos para diagnosticar SFC, aparecen sistemáticamente en pacientes a los que luego se les diagnostica este trastorno. Algunos hallazgos son:
-
Niveles más altos de glóbulos blancos específicos (células T CD4) en comparación con otros tipos de glóbulos blancos (células T CD8)
-
Resonancia Nuclear Magnética (RNM) de cerebro en la que se observa edema cerebral o destrucción de parte de las células nerviosas (desmielinización)
-
Glóbulos blancos específicos (linfocitos) que contienen formas activas de VEB o HHV-6
Tratamiento:
Algunos de los tratamientos farmacológicos propuestos incluyen:
-
Fármacos antivirales (como Aciclovir o Valganciclovir)
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Fármacos para tratar infecciones "ocultas" producidas por hongos (como la Nistatina)
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Fármacos antidepresivos: especialmente los ISRS (Fluoxetina, Sertralina, Paroxetina, Citalopram y Escitalopram)
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Fármacos Ansiolìticos: Clonazepam, Alprazolam, Pregabalina, Diazepam
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Fármacos para disminuir el dolor, el malestar y la fiebre (como el Ibuprofeno)
Estudios de investigación han demostrado la utilidad de la Psicoterapia Cognitiva-conductual, también es beneficioso realizar actividad física suave y metódica (natación, por ejemplo) ya que el sedentarismo aumenta la fatiga.
Pronóstico:
En la mayoría de los
estudios se informa que los pacientes tratados con programas de
rehabilitación extensos tienen una mejor perspectiva de mejora
significativa que aquellos que no reciben tratamiento.
Complicaciones:
- Aislamiento social causado por la fatiga
- Limitaciones en el estilo de vida (algunas personas sienten
tanta fatiga que quedan prácticamente incapacitadas durante el curso
de la enfermedad)
- Depresión (relacionada tanto con los síntomas como con la falta
de diagnóstico)
- Efectos secundarios y reacciones adversas a tratamientos
farmacológicos
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